Trekking Anillo Picos de Europa 2021 - Etapa 5

Jermoso - Urriellu


Ayer nos fuimos a dormir con el subidón de las vistas de Collado Jermoso. Bajamos ya con frío a la tienda donde Demian y yo pasamos la noche.
Era un cubículo pequeño donde sólo cabíamos nosotros sin las mochilas, que tuvimos que dejar fuera cubiertas con una capa impermeable para protegerlas del rocío.

La noche fue incómoda para los dos. El colchón de aire, probablemente pinchado, hacía que ante cualquier movimiento de uno, se producía efecto rebote en el otro lado del colchón. Y hacía frio. Bastante frío. Casi todas las capas de ropa extra estaban fuera, guardadas en la mochila, así que me dispuse a sufrir el trámite de la mejor manera. Por un lado intentando acurrucarme en posición fetal y por otro estirando las piernas si me venía un tirón. Y encima sintiéndome pegajoso al no haberme duchado.

Demian quiso ponerle remedio y a las 3am se levantó para abrigarse. Momento que aproveché yo también para coger los pantalones que tenía de almohada y con ellos pude sobrellevar mejor las horas que quedaban de sueño.

A pesar de todo, descansamos lo necesario y nos maravillamos de las vistas que tenemos al abrir la tienda.

Desayuno, cargar dispositivos, mochila y "ale! manteca" como dice Luis para ponernos en marcha.

Hoy me he colgado una bolsa de plástico vacía para poder recoger la basura que encontremos por el camino. ¡Limpiemos la montaña!. Todo el equipo agradece la iniciativa y durante el resto de etapas colaboraríamos todos para aportar nuestro granito de arena a la limpieza del Parque Natural.

Jermoso - Urriellu
15kms - 1200m (9h)

La idea que tenemos todos es que hay que subir el primer collado que se ve a lo lejos desde el refugio y luego llanear durante unos kilómetros hasta descender al refugio de Urriellu. Todo apunta a un paseito.
En el primer hito ya te chupas 200m de desnivel. Todo piedra. Poca vegetación. En zigzags de un metro. Y las piernas que notan la acumulación de esfuerzo de los días anteriores.


Una vez arriba, Luis nos dice que hay que subir aquel otro collado "empinadin" que hay al fondo. Luissss me cago en todoo!. Que esto no es llanear!!. No hay más remedio que chuparnos el segundo collado, empinado como un demonio. Todo piedra. Poca vegetación. En zigzags de un metro. Y las piernas que notan la acumulación de esfuerzo de los días anteriores. 

Subimos y allí se nos presenta un paisaje de pura roca. No se ve nada verde. La roca, agrietada por el hielo, afilada por el viento, y moldeada por el agua presenta unas moles de piedra que son un espectáculo. No se ve a nadie y te da la impresión de estar explorando un planeta lejano, de otra galaxia. Este segundo tramo de la ruta de hoy es terriblemente exigente. Todo es igual, y aunque hay algunas marcas, me parece muy complicado transitar por aquí sin guía. En algunos tramos hay que moverse agarrados a las rocas, descolgarse por un pequeño desfiladero de quizá 3-4 metros que no nos deja mucho margen de error. Caminamos por unas aristas de roca donde las botas se agarran como pies de gato, pero que aún así dan un poco de canguelo. 
La mayor parte del tiempo vamos en silencio. Concentrados en evitar cualquier susto. El refugio Verónica se veía a lo alto del collado, y tardamos un par de horas en atravesar toda ese conglomerado de roca. 


Llegar al refugio Verónica es un alivio y un descanso físico y mental. Está situado a tiro de trekking del teleférico, lo que nos devuelve un entorno de turisteo. 

Comemos acompañados de unas chovas, que sin miedo, se acercan a nosotros para rebañar las migas de pan que se nos van cayendo. Junto con los gorriones alpinos, las chovas son las aves que nos hemos ido encontrando estos días. Con un plumaje negro tizon y con pico amarillo es una delicia verlas volar. El pico picudo y las garras me hacen pensar que podrían ser carroñeras. 

"Bueno chicos, tenemos que subir ese último collado, el último del dia" dice Luis. 'Se sube bien", dice,"pali-pali". Pali pali su puta madre. Vaya cuesta. Todo piedra. Poca vegetación. En zigzags de un metro. Y las piernas que notan la acumulación de esfuerzo de los días anteriores.... pero aquí, ni haciendo zigzag conseguíamos mantenernos en pie. Nos falta aire para subir y tenemos que hacer una paradiña a mitad de la subida. Recojo un papel del suelo y un higadillo que se le ha caido a Juan. 

Una vez llegados arriba, después de disfrutar de las vistas y la brisa, Luis nos muestra el camino que tenemos que seguir y que sube unos metros más, para por fin (esta vez sí que sí), sea todo bajada. Para ello hay que cruzar un pequeño nevero. 
Vamos todos en fila, siguiendo las huellas. Clavando tacón. 
Como Juan necesita más adrenalina, "decide" deslizarse 3 metros sobre su culo nevero abajo sin peligro. Demian y David se solidarizan con él y le acompañan para rodearlo por abajo mientras el resto lo cruzamos a pie. 

Una vez arriba, en la cota máxima de todo el trekking nos sentamos a comer algo sentados y protegidos por un emplazamiento preparado para hacer noche al raso. Un pequeño círculo de piedras de 2,5m de diámetro que se levantan 0,5m del suelo que nos protegen del viento. 

En la bajada todos esperábamos un disfrute de poco desgaste pero se nos hace muy dura. Yo ya siento las ampollas incipientes en mis pies por los tramos de trepar que hemos hecho a lo largo del día. La bajada todavía requiere nuestra máxima concentración. Un resbalón y los toboganes de piedra te pueden lanzar varios metros abajo. A pesar de padecer de vértigo, no tengo mucho tiempo para distraerme con ello y me concentro al máximo en pasar bien equilibrado cada obstáculo. Las manos, se van dañando de agarrarnos a las paredes afiladas.

El Sol, fuerte por primera vez en estos cinco días, también nos castiga. Una vez que por fin lleguemos a la pradera del jou (cráter gigante provocado por el derrumbe de la roca debido a las filtraciones kársticas inferiores de la caliza) tomaremos un camino más suave que nos bajará al refugio. 
Comentamos todos que es una locura hacer esta etapa sin ir con guía,ir sin seguro y sin estar físicamente preparados. Nos preocupamos por dos jóvenes gallegas que venían de paseo y que no vemos en condiciones de atravesar todo esto. Mas tarde nos enteraríamos de que ante la dificultad abandonaron la travesía y bajaron en teleférico. 

Todavía nos queda una hora. Me duelen los pies y estoy deseando llegar al refugio de Urriellu. 

Cuando estamos ya cerca del final de etapa, nos pasa a toda pastilla Ambroggio Nicoletto con sus dos amigos italianos también escaladores. El tio, un señor de 65-70 años, con unas mallas de leopardo y unas sandalias tipo croocs sin calcetines va trepando como una cabra perdiéndoles de vista en apenas 5min. 

Al subir un pequeño alto nos encontramos con el Naranjo. Un monolito de 600m de altura, imponente. Percibimos la adoración de Luis a la montaña rey de Picos. 

Y llegamos al refugio. El peor de los que hemos estado. Mal oliente, incómodo en general, solo aliviado por la reducción de huéspedes por restricciones covid. 
Después de hacer checkin, andamos hasta una pequeña colina donde no conseguimos pillar cobertura, así que escribo la crónica del día anterior pero me quedo sin poder enviarla. Se nos nota ya con cansancio acumulado. Alguno se echa una siesta y nos quedamos un buen rato descansando antes de las 8. Hora de cenar. 

Y poco antes de cenar, entra en escena un helicóptero de rescate que pasa varias veces por encima de nuestras cabezas yendo y viniendo desde detrás del Naranjo hasta la explanada del refugio. Muy espectacular. Colgaré hoy algun video en mi cuenta de instagram (@tenemad). 
Al volver al refugio nos encontramos que helicóptero rescató a una pareja de montañeros de Tarragona que hacen el anillo con nosotros y que en un desvío se perdieron... por fortuna tenían una rayita de cobertura y pudieron llamar para pedir auxilio. Un buen susto con final feliz y un viaje espectacular en helicóptero disfrutando de las vistas.  

Cenamos con hambre una sopa y una fabada asturiana. 

Sabiendo que mañana es una etapa corta y ante la previsión de lluvia, sugiero hacer las dos etapas a la vez... o alguna variante que nos permita acabar la ruta anticipadamente. No encuentro apoyos, y hay preferencia por mantener el plan inicial. Así que nada, nos vamos a dormir. Reventados y con los pies machacados. Me pongo unas tiritas para las ampollas, y bajo la bolsa de ropa a la taquilla antes de intoxicar a toda la habitación. 

 Mañana, etapa de transición, que esperamos hacer rápido y descansar.


Urriellu - Cabrones 4,5kms -436m (4h)


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