Barcelona - Madrid 2017 Etapa 7 - Molina de Aragón-Abánades
Molina de Aragón - Abánades
Una cerveza con GabinoE7 Molina de Aragon - Abánades 75kms
656kms recorridos
134kms faltan para llegar a Madrid!
A pesar de la CocaCola que me tome ayer en Cubillejo esta pasada noche duermo bien.
Hoy tenemos 4 tourmalets por delante que se acumulan concentrados en los 40kms del medio .Los 15 primeros y los 15 últimos son planos de bajada.
Desayuno bien viendo las noticias por lo que finalmente me retraso un poco
Salgo a las 8.45 y los primeros kms son de suave bajada. Me encuentro con una cicloturista a la que pido que me saque unas fotos. Y nos despedimos en la Ermita de la Virgen de la Hoz que está al fondo del valle por donde inicia su camino el Tajo. Mirando arriba se ven unos cortados de roca impresionantes.
Los kms siguientes antes del primer ascenso son de lo mejorcito del viaje. El camino arbolado va paralelo al río Ademas hace una temperatura suave y agradable.
Al poco se inicia la primera subida del día que como era de prever es dura. No me sorprende y me lo tomo con paciencia.
Pero la paciencia llega a su fin al poco cuando un batallón de tábanos de la época del pleistoceno, grandes como dinosaurios, empiezan a ensañarse conmigo. Brazos, manos, piernas, brazos.. Sin piedad. La velocidad encima de la bici fue siempre un aliado para deshacerme de las moscas pero en plena subida no estoy para sprints.
Los tracks por donde circulo, son tracks pintados a mano en base a otros mapas y planos.. pero a veces la maleza que borra caminos y a veces la inexactitud del GPS me obliga a tirar del móvil para comprobar mi posición. Tengo que parar hasta en tres ocasiones. Y los tábanos a lo suyo.
Me teníais que ver vestido de ciclista, en medio del bosque con el móvil en mano moviendo los pies a lo chiquito y los brazos a los pajaritos.
En una de estos extravíos, me vuelvo a encontrar bloqueado en un punto por rocas y maleza.. Creo que en algún momento me he salido del camino. Un pequeño mojón de piedra a lo alto me indica la dirección por la que tengo que escalar. Recupero la senda acompañado de mis tábanos a los que ya he puesto nombre.
Una de los objetivos que tengo en este viaje es la de publicar pistas y senderos en OpenStreetMaps que es el mapa open source que esta dibujando por medio de voluntarios todos las vias abiertas para peatones, bicis, etc.
Llego a una carretera que desciende y dejo atrás a los tábanos "adios chochitooos"!. Tengo en mente llegar al primer pueblo del camino y buscar un repelente.
Al llegar a Cobeta pregunto a varios señores que me constestan con poca seguridad... "puff..si encuentras algo es en la tienda". La tienda de Macu es como la tienda de los chinos. Le pido textualmente que necesito un milagro y encontrar repelente de mosquitos.
"En Cobeta, los milagros existen. Mari, dale Autan a este chico. 5.50eur". Oleeeee.
Me siento en la plaza del pueblo a tomarme una cerveza para celebrarlo.
En Cobeta me cuelo a ver su iglesia por dentro. Hago un par de preguntas de cortesía sobre su órgano y tal. Una feligresa me transmite indignada que están desatendidos, que el sacristán actual no les escucha, que no les dan dinero para hacer algunas tareas básicas de mantenimiento y que por eso están en huelga y han dejado de limpiar la iglesia.
Me echo el Autan y salgo hacia Ablanque, como si tuviera el escudo protector de los juegos de marcianitos. Veo que los tábanos se acercan y salvo un tábano imprudente sin miedo a intoxicarse puedo seguir el camino relativamente cómodo.
De nuevo tengo una subida maja, la.segunda escalada del día. Pistas bonitas rodeado de pinos y encinas. El calor aprieta y la sombra se va haciendo cada vez mas pequeña al tiempo que el sol mas alto. Los bidones que tenían agua con algún polvo isotónico se han convertido en caldo muy poco apetecible.
A veces sopla el viento y, aunque sea caliente y sople en contra, te alivia y refresca.
Entonces llego a Ablanque. Unos niños de 12años se divierten con una pistola de balines. Me sorprende y me produce rechazo la educación de esos padres.
Veo q hay ambientillo en la plaza y paro a rellenar agua. Al llegar a un pueblo te sientes observado. Eres el forastero pero notas que tienen curiosidad por saber de donde vienes y a donde vas. Uno atacará primero y dirá la palabra clave "Que calor!!". Eso desatasca la tensión y ya va todo corrido.
Allí conozco a Gabino profesor jubilado que tiene pinta de ser el vecino que se muere por su pueblo. Moviliza organiza, es el corazón que lo mueve todo.
Me habla del pueblo, de los pinares que están volviendo a ocupar las colinas después del incendio de Guadalajara hace 10 años que lo quemó todo. Me habla de la industria de la resina de pino que está volviendo a reactivarse. Allí en Ablanque tienen una exposición sobre la resina que Gabino me enseña con todo detalle: las herramientas, la metodología. Muy curioso. Hay mas de 180 usos de la resina me dice. "Tomate algo conmigo".
En el bar de Paqui nos tomamos una cerveza sin alcohol con unas aceitunas. Tíos así, con iniciativa, me harían falta en mi grupo de MTB!
Adios Gabino!
Adios Manu!
Y vengaaaa otra cuesta pa'arriba. La tercera. Un buen tramo por carretera incandescente ya sin rastro de los tábanos. Dejo la carretera y entro en un camino que me lleva a La Loma. En el rato de subida todo el agua se ha vuelto caldo de nuevo asi que relleno bidones.
Oigo a una señora regañar a su hijo "Tu a la calle no sales que hace un calor que te mueres". Ni que lo diga.
Tengo una escaladita de 1km bastante dura para llegar a Ribarredonda que es el ultimo pueblo antes de la ultima escalada gorda de lo que me queda hasta Madrid.
En Ribarredonda no veo a nadie y paso de largo. Tengo ganas de llegar a Abanades donde ya esperan mis padres.
La subida es jodida, ya se intuía en la gráfica pero es la última subida gorda del viaje y eso es especial. Se disfruta la sensación de estar apunto de completar el reto. Se disfruta el camino que es bonito y podria dar pie perfectamente a desarrollar actividades ciclistas por esta zona. Quizá verano no es la temporada mas indicada pero en primavera-otoño esta comarca del Alto Tajo es una joya
Lugar estupendo para hacer ruta en bici
Me cruzo con multitud de ciervos. Cuando les veo ralentizo la marcha para asegurar que no quede ningún cervatillo rezagado y se sienta amenzado. Con el rabillo del ojo chequeo que no aparezca uno con cuernos con ganas de bronca. Un recorrido guapo entre pinos, encimas y acebos. Y lo que en principio iba a ser una laaarga bajada se convierte en 15kms de planicie de bajada que me obliga a seguir dando pedales. Llego a Abanades cansado y muy contento de encontrarme aquí a mis padres.
Si Francisco (los de Andorra) me decían que iba a pasar por la zona mas despoblada de Teruel (imaginaos) toda esta zona de Guadalajara no se queda atrás y es un terreno fantástico de naturaleza para explorar por caminantes y ciclistas. Esta etapa ha sido dura, el 90% por caminos, con muchas subidas, pero ha sido de las mas bonitas de todo el camino.
Hoy ya relax. Descanso. Y mañana la etapa final.
A recorrer.los 134kms que separan Abanades de mi casa de Madrid. A por ello!!
Al poco se inicia la primera subida del día que como era de prever es dura. No me sorprende y me lo tomo con paciencia.
Pero la paciencia llega a su fin al poco cuando un batallón de tábanos de la época del pleistoceno, grandes como dinosaurios, empiezan a ensañarse conmigo. Brazos, manos, piernas, brazos.. Sin piedad. La velocidad encima de la bici fue siempre un aliado para deshacerme de las moscas pero en plena subida no estoy para sprints.
Los tracks por donde circulo, son tracks pintados a mano en base a otros mapas y planos.. pero a veces la maleza que borra caminos y a veces la inexactitud del GPS me obliga a tirar del móvil para comprobar mi posición. Tengo que parar hasta en tres ocasiones. Y los tábanos a lo suyo.Me teníais que ver vestido de ciclista, en medio del bosque con el móvil en mano moviendo los pies a lo chiquito y los brazos a los pajaritos.
En una de estos extravíos, me vuelvo a encontrar bloqueado en un punto por rocas y maleza.. Creo que en algún momento me he salido del camino. Un pequeño mojón de piedra a lo alto me indica la dirección por la que tengo que escalar. Recupero la senda acompañado de mis tábanos a los que ya he puesto nombre.
Una de los objetivos que tengo en este viaje es la de publicar pistas y senderos en OpenStreetMaps que es el mapa open source que esta dibujando por medio de voluntarios todos las vias abiertas para peatones, bicis, etc.
Llego a una carretera que desciende y dejo atrás a los tábanos "adios chochitooos"!. Tengo en mente llegar al primer pueblo del camino y buscar un repelente.
"En Cobeta, los milagros existen. Mari, dale Autan a este chico. 5.50eur". Oleeeee.
Me siento en la plaza del pueblo a tomarme una cerveza para celebrarlo.
En Cobeta me cuelo a ver su iglesia por dentro. Hago un par de preguntas de cortesía sobre su órgano y tal. Una feligresa me transmite indignada que están desatendidos, que el sacristán actual no les escucha, que no les dan dinero para hacer algunas tareas básicas de mantenimiento y que por eso están en huelga y han dejado de limpiar la iglesia.
Me echo el Autan y salgo hacia Ablanque, como si tuviera el escudo protector de los juegos de marcianitos. Veo que los tábanos se acercan y salvo un tábano imprudente sin miedo a intoxicarse puedo seguir el camino relativamente cómodo.
De nuevo tengo una subida maja, la.segunda escalada del día. Pistas bonitas rodeado de pinos y encinas. El calor aprieta y la sombra se va haciendo cada vez mas pequeña al tiempo que el sol mas alto. Los bidones que tenían agua con algún polvo isotónico se han convertido en caldo muy poco apetecible.
A veces sopla el viento y, aunque sea caliente y sople en contra, te alivia y refresca.
Entonces llego a Ablanque. Unos niños de 12años se divierten con una pistola de balines. Me sorprende y me produce rechazo la educación de esos padres.
Veo q hay ambientillo en la plaza y paro a rellenar agua. Al llegar a un pueblo te sientes observado. Eres el forastero pero notas que tienen curiosidad por saber de donde vienes y a donde vas. Uno atacará primero y dirá la palabra clave "Que calor!!". Eso desatasca la tensión y ya va todo corrido.Allí conozco a Gabino profesor jubilado que tiene pinta de ser el vecino que se muere por su pueblo. Moviliza organiza, es el corazón que lo mueve todo.
Me habla del pueblo, de los pinares que están volviendo a ocupar las colinas después del incendio de Guadalajara hace 10 años que lo quemó todo. Me habla de la industria de la resina de pino que está volviendo a reactivarse. Allí en Ablanque tienen una exposición sobre la resina que Gabino me enseña con todo detalle: las herramientas, la metodología. Muy curioso. Hay mas de 180 usos de la resina me dice. "Tomate algo conmigo".
En el bar de Paqui nos tomamos una cerveza sin alcohol con unas aceitunas. Tíos así, con iniciativa, me harían falta en mi grupo de MTB!
Adios Gabino!
Adios Manu!
Y vengaaaa otra cuesta pa'arriba. La tercera. Un buen tramo por carretera incandescente ya sin rastro de los tábanos. Dejo la carretera y entro en un camino que me lleva a La Loma. En el rato de subida todo el agua se ha vuelto caldo de nuevo asi que relleno bidones.
Oigo a una señora regañar a su hijo "Tu a la calle no sales que hace un calor que te mueres". Ni que lo diga.
Tengo una escaladita de 1km bastante dura para llegar a Ribarredonda que es el ultimo pueblo antes de la ultima escalada gorda de lo que me queda hasta Madrid.
En Ribarredonda no veo a nadie y paso de largo. Tengo ganas de llegar a Abanades donde ya esperan mis padres.
La subida es jodida, ya se intuía en la gráfica pero es la última subida gorda del viaje y eso es especial. Se disfruta la sensación de estar apunto de completar el reto. Se disfruta el camino que es bonito y podria dar pie perfectamente a desarrollar actividades ciclistas por esta zona. Quizá verano no es la temporada mas indicada pero en primavera-otoño esta comarca del Alto Tajo es una joya
Lugar estupendo para hacer ruta en bici
Me cruzo con multitud de ciervos. Cuando les veo ralentizo la marcha para asegurar que no quede ningún cervatillo rezagado y se sienta amenzado. Con el rabillo del ojo chequeo que no aparezca uno con cuernos con ganas de bronca. Un recorrido guapo entre pinos, encimas y acebos. Y lo que en principio iba a ser una laaarga bajada se convierte en 15kms de planicie de bajada que me obliga a seguir dando pedales. Llego a Abanades cansado y muy contento de encontrarme aquí a mis padres.
Si Francisco (los de Andorra) me decían que iba a pasar por la zona mas despoblada de Teruel (imaginaos) toda esta zona de Guadalajara no se queda atrás y es un terreno fantástico de naturaleza para explorar por caminantes y ciclistas. Esta etapa ha sido dura, el 90% por caminos, con muchas subidas, pero ha sido de las mas bonitas de todo el camino.
Hoy ya relax. Descanso. Y mañana la etapa final.
A recorrer.los 134kms que separan Abanades de mi casa de Madrid. A por ello!!
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